Hacer lo que se ama o
amar lo que se hace?
Cuando nos encontramos con una sonrisa amable, una palabra cordial, una actitud con apertura y carisma, inmediatamente se transmite hacia nosotros una sensación de tranquilidad que termina por hacernos sentir, que es importante contar con personas como estas; que parecen tener amor por lo que hacen, ser felices o por lo menos que tratan de hacer las cosas bien y lo consiguen.
El ejercicio, labor o la profesión que desempeñamos es aquello que ocupa gran parte de nuestras horas, de nuestros días, de nuestro sentir y nuestro ser. Por tal motivo, es apremiante y urgente realizarlo con amor, dedicación y disfrute; ya que de esto depende la calidad con la que se desarrolla y la retribución y gratificación que se recibe.
Algunas personas se desempeñan diariamente en actividades que no han elegido y/o que no estaban dentro de sus proyectos, pero que por razones ajenas terminan siendo lo que ocupa gran parte de sus vidas.
Habría que preguntarse, que puedo hacer y qué recursos puedo movilizar para dar un giro y poder conseguir aquello con lo que realmente me sienta satisfecho; ya que a veces, nos encontramos en una zona de confort que lleva a evitar tomar decisiones por temor a sufrir y a salir de esa forma de protección que hemos creado.
Podría pensarse en cambiar o quizás... tal vez no sea el momento de hacerlo y lo que estamos realizando, pueda ser un medio para conseguir beneficios a diferentes niveles y sean un puente para lograr cosas en un futuro.
Es aquí, que si no podemos desempeñarnos en lo que más amamos, por lo menos podemos poner todo el esfuerzo para hacer las cosas lo mejor que podamos logrando que esto se convierta en un aprendizaje, en un reto y en un bienestar y no por el contrario en una tortura, un malestar y una inconformidad tanto para nosotros mismos como para las personas que nos rodean a nivel familiar, laboral y social.
Finalmente, quienes tienen el privilegio de desempeñarse en aquello con lo que tienen una identificación y gran afinidad, es importante recordar que cada día debe ser como el primero con la gratificación de aportar y recibir la mayor calidad y bienestar.
